Tras el regreso al trabajo, después de un periodo de vacaciones, se produce la readaptación al trabajo y con ello a menudo aparece el llamado síndrome postvacacional, que se puede valorar como un estado emocional negativo, con sintomatología depresiva y ansiosa, que suele durar entre dos días y dos semanas.
El síndrome consiste en un proceso de adaptación necesario cuando se entra de nuevo en contacto con el horario laboral, es un estado de ánimo temporal tras un cambio del ocio a la rutina laboral, y por tanto, no se trata de una sintomatología psicopatológica, sino más bien un cambio dentro de los ciclos de ánimo normales a lo largo de la vida.
En el duro periodo de reincorporación laboral tras las vacaciones, hay que hacer especial hincapié en cómo actuar en los primeros días, ya que si no se hace correctamente, podemos sufrir síntomas de la cada vez más patente depresión post-vacacional. Aquí tenéis algunos consejos para pasar esta dura transición.
- Vuelve de las vacaciones unos días antes de incorporarte al trabajo, pues así podrás ir familiarizándote con la nueva rutina.
- Procura no empezar a trabajar un lunes. Si comienzas a mediados de semana, ésta será más corta y llevadera.
- Avisa a la menor cantidad de personas posibles que te has reincorporado al trabajo, así tendrás más tiempo para organizarte, revisar tu correo y ponerte al día.
- Toma el primer día de trabajo con calma, empieza con un ritmo suave y ve incrementándolo poco a poco. Para ello es útil marcarse una serie de tareas e ir aumentándolas a medida que pasan los días.
- Descansa unos diez minutos cada dos horas.
- Reparte las vacaciones en varios periodos: los expertos aconsejan disfrutar las vacaciones divididas en, al menos, dos partes. Quince días son suficientes para descansar.
- Intenta tener aficiones que te hagan descansar del trabajo: practica algún deporte, o técnica reductora de la ansiedad, apúntate a algo que siempre te haya gustado, realiza pequeñas escapadas de fin de semana y respeta el descanso de los fines de semana. Serán la clave para aguantar hasta tus próximas vacaciones.
Por último has de ser consciente que es un problema pasajero y normal, que acostumbra a desaparecer después de unas semanas de haber vuelto a la rutina diaria. Así pues: ¡Feliz regreso de vacaciones!
Contenidos elaborados con la financiación de:
IT-0047/2009 |